La capital de España y parte del país tardarán varios días, al menos una semana, en recobrar la normalidad completa debido a la gran cantidad de nieve acumulada, convertida ahora en hielo, por una ola de frío intenso, aunque ya se permite la entrada de camiones en Madrid para garantizar el suministro de bienes básicos.
La borrasca Filomena dejó grandes nevadas en el centro, este y noreste de España entre el viernes y el domingo, histórica en el caso de Madrid.
El acceso a edificios y la circulación de vehículos sigue difícil o imposible en numerosas calles y cerca de 600 carreteras españolas, de las que 116 de la red secundaria y dos de la principal están cortadas, mientras el trabajo para despejarlas avanza lentamente.
También comenzó la retirada de los cientos de automóviles que quedaron atrapados y abandonados en las autopistas de circunvalación de Madrid tras el rescate de sus conductores.
En la ciudad solo funciona el metro, donde los viajeros aumentaron un 21 % a primera hora como único medio de locomoción interior que funciona.
El tráfico ferroviario tiende a incrementarse paulatinamente. Circulará el 72,% de los trenes.