Pedro Pierluisi prometió lograr la estadidad para Puerto Rico y combatir la pobreza, la corrupción y al COVID-19 al prestar juramento el sábado como el nuevo gobernador del territorio estadounidense.
Pierluisi, un demócrata que representó a la isla en el Congreso estadounidense durante ocho años, también prometió dar prioridad a la educación, sacar al gobierno de la bancarrota y aliviar una profunda crisis económica como líder del Partido Nuevo Progresista, el cual está a favor de la estadidad de la isla.
“He escuchado a nuestra gente y reconozco la necesidad de un mejor gobierno”, dijo en un discurso con un tono conciliador. “Necesito que todos luchemos contra nuestros enemigos en común”.
La ceremonia del sábado representó el fin de un caótico periodo de cuatro años en que PR tuvo tres gobernadores durante un breve periodo luego que el exgobernador Ricardo Rosselló renunció el año pasado tras masivas protestas en las calles.
Pierluisi, de 61 años, hereda una economía estancada, una legislatura dividida, la restructuración de la deuda pública de miles de millones de dólares y un territorio políticamente fracturado que se ha visto fuertemente afectado por la pandemia mientras batalla para recuperarse del paso de huracanes y una serie de sismos.
“La situación económica es crítica, y a pesar de que va a llegar un dinero del gobierno federal, a la gente se le olvida que a partir de febrero, se va a tener que empezar a pagar la deuda”, señaló el analista político Mario Negrón.
Pierluisi invitó a unas 400 personas a pesar de la pandemia y en medio de medidas que prohíben a la gente reunirse en grandes grupos. Pierluisi defendió sus acciones y subrayó que el uso de las mascarillas fue obligatorio y todos los que asistieron habían dado negativo en su prueba de COVID-19.
Sin embargo, expertos independientes de salud advirtieron que el evento no dejó de suponer un riesgo. La isla, de 3,2 millones de personas, ha registrado más de 127,000 casos confirmados.