La investigación revela que en el total del país “la forma de pago predominante”, utilizada por los hogares para adquirir los bienes y servicios “es el dinero en efectivo”, lo que es lo mismo que billetes impresos y monedas, que cambian de mano en mano, sin la diferencia de las tarjetas de créditos, a pesar de que cada vez menos cambian de mano.
Según la encuesta, con las tarjetas de créditos y de débito se pagan solo el 4.5% y 3.6%, respectivamente, el consumo de los hogares. A estos dispositivos, la banca ha comenzado a incluirles “ship” de comunicación inalámbrica, lo que permite pagar sin que el tarjetahabiente deje de tenerlas en sus manos.
En un territorio como el Gran Santo Domingo, donde habitan un poco más de cuatro millones de personas, de acuerdo a las proyecciones de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) para el 2020, el 90% del consumo de los hogares es pagado mediante el uso de billetes y monedas. Y a eso se le suma el factor de repetición u operaciones de pagos.
Además del nivel de informalidad en la economía que es persistente en República Dominicana, este uso de masivo de dinero también puede ser considerado como resultado del insuficiente desarrollo de los sistemas de pagos móviles. Es el caso de su inexistencia en gran parte del sistema público del transporte, a excepción del Metro de Santo Domingo, La Oficina Metropolitana de Autobuses y el Teleférico de Santo Domingo, que están implementado un sistema integrado de cobros mediante tarjetas.
También, la gran proporción de pago en efectivo puede ser atribuido a la ausencia de sistemas de pagos electrónicos en la inmensa mayoría de colmados; y en la red negocios de denominados como “buhoneros”, que opera en la informalidad. .
Uno de los sectores donde República Dominicana más se ha desarrollado es en el servicio de las telecomunicaciones. Sin embargo, su aplicación en la economía todavía sigue siendo limitado, sobre todo al nivel de la venta al detalle y por causas de la informalidad.
“Hoy por hoy, si vas a hacer una transacción “contactless” (pagos sin contacto), puedes tener tu tarjeta en una billetera digital en tu “smartphone” (teléfono inteligente), ir a un lugar de venta, y poniendo tu dedo, que es una forma de biometría, habilitas la transacción que va a ocurrir. Y esto es como tu firma. Entonces, el terminal que llamamos de “contactles”, captura esa información. Pero lo importante es que alguien tiene que mandar esa información al banco que emitió tu crédito. Y todo eso tiene que ser sin gente en el medio, sino no habría la velocidad necesaria para hacerlo”, explicó.
Ese camino aún está pendiente ser recorrido plenamente en el país.
Mientras, para enfrentar el nuevo coronavirus en los medios de pagos, solo disponemos del agua y del jabón.